El administrador de una comunidad de propietarios tiene diversas funciones que están reguladas por la Ley de Propiedad Horizontal. Algunas de las funciones más importantes que realiza un administrador de comunidad de propietarios son:
- Convocar y presidir las reuniones de la comunidad de propietarios.
- Realizar la gestión y administración económica de la comunidad, como la elaboración del presupuesto anual, la recaudación de cuotas y el pago de gastos e impuestos.
- Gestionar la contratación y supervisión de servicios de mantenimiento, seguridad y limpieza de las zonas comunes.
- Llevar un registro actualizado de los propietarios, sus cargas y participaciones en la comunidad.
- Gestionar las obras y reparaciones necesarias en las zonas comunes.
- Atender y resolver las quejas y reclamaciones de los propietarios.
- Preparar y gestionar las relaciones con las empresas suministradoras de servicios, incluyendo la negociación de contratos y la resolución de conflictos.
- Comunicar a los propietarios y vecinos las decisiones de la comunidad de propietarios y mantener una comunicación fluida con ellos.
Estas son solo algunas de las funciones que realiza un administrador de comunidad de propietarios. Es importante destacar que la figura del administrador de fincas es una figura muy importante en el derecho y que, en la mayoría de los casos, es obligatoria para la buena gestión de las comunidades de propietarios.
Además, es importante que el administrador de fincas esté colegiado por las siguientes razones:
- Garantía de profesionalidad y conocimientos técnicos: Un administrador de fincas colegiado cuenta con una formación especializada y una capacitación técnica para llevar a cabo su trabajo, lo que garantiza un alto nivel de profesionalidad y conocimientos en la gestión de comunidades de propietarios.
- Seguridad jurídica: Los administradores de fincas colegiados están al día con las leyes y normativas que rigen la gestión de comunidades de propietarios, lo que garantiza que todas las decisiones y acciones realizadas en nombre de la comunidad de propietarios estén en línea con las normativas vigentes.
- Transparencia: Los administradores de fincas colegiados están obligados a cumplir con un código deontológico que garantiza la transparencia en la gestión económica y administrativa de las comunidades de propietarios, así como la presentación de cuentas claras y precisas.
- Protección y seguridad: Los administradores de fincas colegiados cuentan con un seguro de responsabilidad civil que protege a la comunidad de propietarios en caso de posibles errores o negligencias en su gestión.
En definitiva, la contratación de un administrador de fincas colegiado aporta numerosas ventajas a la comunidad de propietarios, y garantiza una gestión eficiente, transparente y profesional de la misma.
Yolanda Martín